
¿Alergia al cloro en piscinas: mito o realidad?
Si cada vez que voy a la piscina termino con rinitis, la nariz que moquea o estornudos, lo primero que pienso es en una "¡alergia!"Pero desde el punto de vista médico, el término "alergia" no es correcto.
En realidad, los síntomas asociados a la exposición al cloro se deben más frecuentemente a una irritación química que a una verdadera reacción alérgica.
¿Alergia o sensibilidad química?
A diferencia de una alergia verdadera, que implica una reacción del sistema inmunitario con producción de anticuerpos, la sensibilidad al cloro es más comúnmente una respuesta irritativa.Los casos en los que algunas personas desarrollan reacciones alérgicas a subproductos de la cloración o a aditivos de productos desinfectantes son raros.
Si no es una alergia, entonces los antihistamínicos no son la solución
Los antihistamínicos son útiles para reacciones alérgicas mediadas por el sistema inmunológico, como la fiebre del heno o la urticaria, donde están implicados anticuerpos.Sin embargo, la irritación causada por el cloro se debe a una reacción química directa, no a una alergia verdadera.
Los antihistamínicos actúan bloqueando la histamina, pero en este caso, el problema es la acción directa del cloro, por lo que su efecto sería mínimo o nulo.
En lugar de tomar medicamentos innecesarios, se pueden tomar medidas prácticas para reducir la irritación, como:
- elegir piscinas con sistemas de desinfección alternativos
- nadar temprano por la mañana cuando hay menos cloraminas en el agua
- o usar una mascarilla nasal como NASKA